Álbum de fotos 2017

a las 14:11

Urgencias

a las 23:46
El domingo decidimos ir a Pals para surfear. Había nada y menos, es decir, lo ideal para las habilidades de René sobre la tabla. Al acabar la sesión sufrí una bajada de azúcar y me quedé un rato inconsciente. Ignoro cuánto rato fue. Lo único que recuerdo fue levantar del letargo al fresquito de un chiringuito. Había unas 10 cabezas mirándome. También escuché mucha gente gritando, llamando ambulancias, médicos, exorcistas, y dobles con queso... la gente estaba corriendo, nerviosa, René sentado a mi lado. Y llega un lémur y me pregunta:
- ¿Estás bien chico?
- Sí, oh grac..
Sin dejarme acabar la respuesta, aparece un jabalí de unos 60 años que empieza a explicarme la historia de una máquina maravillosa, y de vez en cuando me dice:
- Yo sabía que estabas bien porque te vi sacar la lengua..
- Carreras de medicina, a tomar por culo...
- ¿Estás bien chico?- vuelve a aparecer el lémur.
- ¿Ha venido ya la ambulancia? -oigo de fondo.
- Esta máquina es una maravilla, si te coge algo en el agua...
- Hola, ¿cómo estás? - me dice uno de los socorristas recién salido de Los Vigilantes de la playa de la era Hasselhoff, no de la Zac Efron.
- ¿Estás bien chico?
- La máquina hace piu piu...
- ¿Me está hablando de la estrella de la muerte?
- ¡Los médicos! ¡Los médicos!
- ¡Dadle agua!
- ¿Estás bien chico?
- Una máquina estupend...
-¡Quiere dejar de acariciar la pierna de mi novio?
- ¡El Apocalipsis! ¡El Apocalipsis!
-¿Estás bien chico?
Aparte a René:
- Tú me has reanimado para no tener que aguantar todo esto solo, ¿no?
- Tsé

Sube la música lirloliloliiisugarahhoneyhoney... aparecen cervatillos Disney tomando Nespresso con George Clooney y fundido en negro.

Murakami no me quiere nada

a las 22:15
Ya he ordenado los hoteles para irnos a California de viaje de luna de miel. "Viaje de luna de miel a California" suena taaaaan bien. Los he escrito en un papelito. Porque sí, porque aún soy de los que se apuntan las cosas en las manos o en un kleenex para que no se le olviden y no perderlas. Hasta que tienes calor, te pasas la mano por la frente y no entiendes como se te ha podido enguarrar tanto la cara. Pero por suerte te queda un kleenex para limpiarte con un poco de saliva.
 
Estoy en un momento de cambios. Para empezar quiero cambiar la plantilla del blog. Más que nada porque llevo desde que lo creé con la misma. 7 años, ahí es nada. Y sin un mísero cambio. Así que posiblemente estás leyendo esto sobre algo con unicornios, gifs animados y el Despacito al clickar cualquier link.

Otra de las cosas en que estoy cambiando es que hoy he salido a correr. Hacia más de 40 años que no salía a correr. Siempre he pensado que no hay que correr si no es porque te persiguen para pegarte. Así que voy a escribir en forma de diario de bordo de Star Trek mis progresos en el mundo running.

Día 1.
He aguantado 6 minutos. Creo que el rato que he estado parado tomando aire ha sido tan largo que hubiera tardado lo mismo en ir y volver a casa andando.

En realidad, la culpa la tiene Murakami. Me acabo de leer De qué hablo cuando hablo de escribir y el tío venga a animarte a correr haciéndote creer que serás mejor intelectualmente. Creo que será, por el tiempo libre para leer, que te deja estar hospitalizado enganchado a una bombona de oxígeno.

Pero es mi reto: salir cada día. Mañana toca superar la marca. Haré 6 minutos y un segundo. A lo loco.

Día 2.
Hoy he empezado a contar el tiempo corriendo desde que me he despertado para ir al baño. Como lo he hecho muy rápido he pensado que debía contar. La distancia recorrida ha sido la misma eso sí.

Día 3.
Hoy me había propuesto correr hasta que mi cuerpo dijera basta. Casi no llego ni al ascensor. Pero cuando me han adelantado corriendo 7 abueletes sin camiseta (7 porque he empezado a contarlos tarde), me he dicho: creo que por hoy está bien.

Aunque lo peor, el momento más trepidante, ha sido cuando veo adelantarme a una abuela con un carrito y dos bolsas del Mercadona...

Las octogenarias con bolsas del Mercadona dominarán el mundo.

P.D. La distancia sigue siendo la misma.

Día 4.
Ay! Si tengo que ir a corrzzzz... zzzz... zzzz...

 
Sube la música liroliloliiiicorremuchachoyanotedetengasmásozoweiii... aparecen unos cervatillos Disney vestidos de fosforito, con gafas de Sol, cascos, bebiendo Gatorade pero sin dar un paso y fundido en negro.
a las 10:23

Tu interés por un libro es inversamente proporcional a lo cerca que se sienten los que más gritan en un vagón

a las 14:47
René me ha regalado un té cuyo sabor tenía difícil superar a la marca: Té de tarta de fresa con queso. ¡Toma ya! Lo malo es que en la fabricación del producto se les acabó el presupuesto al contratar al ideólogo y la fiesta para celebrar el invento y el té tiene el sabor de la post-fiesta: sabe a vomitona. No le he querido decir nada a René porque me lo regaló con todo el cariño. Pero, hoy me ha soltado una indirecta diciendo que le gustaría probarlo. ¡Por supuesto! He cogido la caja entera del trabajo. ¡Faltaría más! Todo para mi jirafa gruñona con enanismo.
Llevamos unos días muy ñogu ñogu. No sé si es la calma antes de la tormenta o si son los nervios por irse acercando el día de la boda... La verdad, es que ver a René más de tres días seguidos sin ningún enfado justificado es algo nunca visto. Y claro, lo celebramos con sexo. Sexo del: "si me acababa de duchar", del "pero si no están esperando", del "pero si estaba friendo un huevo... ¡¡Deja que apague la sartén al menos!!" del "pero en el coche es muy incómodo. Vale, pero espera que aparque, no?”. Vamos, la típica libido primaveral.

Primavera, sí. Pero hace un calor que ha adelantado varias semanas el verano. El del averno. Y eso quiere decir que se acerca nuestro aniversario. Hay tres cosas en las que René sigue invariable desde el primer día: 

1. Sus enfados

2. Altera el nombre de las cosas. Da igual, la marca, el pueblo,... de los nombres completos se queda con la parte menos insustancial y que nadie usa. K-F-C en lugar de Kentucky; United Colors en lugar de Benetton; Sant Andreu en lugar de Llavaneras,.... Él contraataca con que yo digo "galletas del príncipe de Beckelar" así, todo entero. Pero si por él fuera de tomarías unos quesitos que ríen.

3. Vivo en un musical de Teresa Rabal. René ha pasado gran parte de su vida trabajando de monitor de niños. Eso conlleva esta terrible consecuencia cuando intentas mantener una conversación con él:
- Hola René.
- Hola Don José.
¿pasó usted por mi casa?... -canta con una amplia sonrisa
- ¿Has desayunado ya?
- A Betlem esmoooorzarem
a Betlem esmooorzarem
i a Jesús adorarem i a Je... - con una más amplia sonrisa
- Yo tengo suficiente con un croissant de chocol...
- Choco choco lala
choco choco te te - con una todavía más amplia sonrisa
- Puedes bajar un poco la voz es que me duele la cab...
- Balla amb el cap
Amb el cap, cap, cap
Amb el dit, dit dit
Així balla en Joan petit
- Mocasín, ¿vale? ¡Mocasín

Estoy atrapado en un libro que requiere mucha atención, La casa de las hojas, suelo leer en el tren de camino al trabajo. Mi hora es muy tranquila en el vagón. Aunque si alguien tiene que subir lo va a hacer para sentarse a mi lado; sonarse; poner música en el móvil; encontrar a alguien a quien no veía desde hacía meses y al que le hace mucha ilusión volverle a ver; sí, sí, muchísima; ¡qué cambiada estás, cariño!; ¿has cogido peso?; estás guapísima; suena el móvil…. Entra un hipster en la siguiente estación, llega cargado de una guitarra. Pensaba que era parte del atrezzo hipster, como las barbas y las gafas de pasta, pero no, se ha puesto a cantar: "Pani Wayne" de los Biguels. Delante mío, he tenido que esquivar 6 veces la guitarra. El tren traquetea, el Ismael Serrano indie pierde el equilibrio, golpea a una mujer mayor, y al echarse hacia atrás empuja a una niña que cae al suelo y llora mucho. Mucho. Sí, sí algo de peso has cogido. Cierro el libro. Estoy viviendo Dante.
Sube la música liroliloliiiiiialcompásdelchacachádelchacachádeltren aparecen cervatillos Disney jugando a Tigres tigres leones leones y  fundido en negro.

Bares y estrellas

a las 11:10
Me cambio de carrera. Sí, a mi edad. No me sentía  a gusto en la que estaba haciendo. Fui a tramitar los papeles y acabé en un McDonald's. Así se empieza una carrera como debe empezarse. Allí había tres estudiantes preparándose para un examen, imagino que para cuando tengan una carrera poder encontrar trabajo en el mismo establecimiento:

-Esta terminación es para pasado de verbos y presente de adjetivos...
-... Pero sólo si son sujeto.
-... Y "sustantinos".
- Perdón, pero creo que los adjetivos no tienen presente ni pasado. Son adjet...
- Claro que sí: ¡¡Yo era bonita!!
- Y aún lo eres, tonta...

Tenía la sensación de estar en un episodio de las animadoras de Glee. No entiendo como siempre me quedo escuchando las conversaciones ajenas. Creo que en los bares debes ir a sentarte y escuchar. Recuerdo que una vez al salir del bar le di un portazo en la cara a una chica que iba a entrar. La chica se llevó la mano a la nariz. Me miró con esa mirada tan característica de una persona a la que acaban de darle con la puerta del bar en las narices.

- Uy, perdona, pero... Quizás deberías tener cuidado cuando van a abrir la puerta…
En la nariz de la mujer se empezaron a formar unas burbujitas simpáticas de color rojo espeso. Se puso la mano en la cara y con la otra estaba tratando de gesticular algo. Con un dedo levantado. El del medio. No la acabé de entender.
- Tengo que ir al hospital - me dice con la cabeza hacia atrás
- No, mujer. Anda ya, si sólo tienes un poco de burbujas en la nariz.
La chica empieza a soltar tacos, también podría ser persa o simplemente no vocaliza por tener la mano en la cara y estar taponándose la nariz. Ahí estaba apretando fuerte el tabique con el pulgar y el índice y negando nerviosa con la cabeza, hasta que se mancha la chaqueta de sangre.
- ¡No, no es por la sangre!
- Ah, bueno, que no es eso. Vale.
La chica suelta un lamento.
-Venía al bar a llamar porque no funciona el teléfono y Gerardo se ha caído por la escal...
La mujer tiene la cabeza tan hacia atrás que parecía que le estuviera hablando al cuello.
¿Quién es Gerardo? —le pregunté al cuello.
—Mi marido —respondió el cuello.
¿Es grave? —pregunté.
—Lo parece—respondió el cuello.
¿Y cómo se ha caído de la escalera? — insistí.
—Estaba arregland... ¿Quieres iniciar un debate al respecto o qué?
El cuello desapareció y en su lugar aparecieron los enormes ojos castaños de la chica. No expresaban satisfacción. Rabia más bien. Sí, definitivamente era rabia.

Vaya, mi intención era contar que había perdido el anillo de compromiso al tirar la basura y me he ido por los cerros de Úbeda. Bueno, le quedaban dos meses de vida sólo.

Sube la música lirolilolibaresquélugarestangratosparaconversar, aparecen cervatillos Disney emulando a Tom Cruise en Cocktail y fundido en negro.


 

Mi Amigo Walter